Sinopsis:
Con
su largo pelo negro e hipnotizantés ojos oscuros. Adam Black equivale a
problemas con mayúsculas. Inmortal, arrogante e intensamente atractivo, es un
seductor consumado, libre para vagar a través del tiempo y los continentes para
saciar sus más salvajes deseos. Y así lo ha hecho durante milenios… hasta que
un maleficio lo despoja de su inmortalidad y lo hace invisible. Un cruel
destino para un hombre tan irresistible. Ahora, si quiere salir de este lío y
sobrevivir, no le queda más remedio que acudir a la única persona que puede
verlo.
Gabrielle O’Callahan, estudiante de Derecho, ha sido maldecida con la habilidad
de poder ver ambos mundos: el de los mortales y el de las hadas. Desde el
momento en que pone los ojos en ese abrumador hombre, Gabby está segura de una
cosa: él podría ser quien la libere. De ese modo, empieza una larga y peligrosa
seducción. Porque, a pesar de su poderosa fuerza y su insaciable necesidad,
Adam se rehúsa a tomar por la fuerza a una mujer. En lugar de eso, buscará la
manera de llegar a la cama de Gabby y hacer que ella le desee tanto como él la
desea a ella.
Y no importa lo mucho que Gabby intente resistirse, Adam está en todas partes,
invisible para todos excepto para ella: en su oficina, en la biblioteca…
susurrándola al oído, robándole el aliento con sus arrogantes sonrisas y
tentándola con la promesa de un placer inimaginable en sus brazos. Pero muy
pronto el peligro se entrometerá en este baile sensual, ya que la búsqueda de
Adam para recobrar su inmortalidad los arrastrará al mundo de la magia eterna y
a las maquinaciones de la corte de la Reina de las Hadas. El precio puede ser
sus propias vidas, a menos que puedan frustrar la conspiración que amenaza
ambos mundos… y lograr un destino que pocos mortales e inmortales llegan a
alcanzar: un maravilloso e interminable AMOR.